
Frutos secos, aliados de una dieta saludable
Los frutos secos han formado parte de la dieta humana desde hace milenios. Tan sólo su sabor sería suficiente para convencernos de degustarlos e incluirlos en nuestra alimentación cotidiana, pero hay mucho más que sólo un placer al paladar en estos alimentos.
Es bastante conocido el hecho de que tanto los frutos secos como las nueces están llenos de nutrientes importantes para una buena salud.
Son una fuente significativa de Proteínas, Vitaminas, Minerales y Fibra alimentaria.
Los beneficios que aporta en la alimentación la inclusión de nueces, almendras, anacardos, avellanas y otros frutos secos, son múltiples y abarcan casi a todo el organismo.
Algunos de los más destacados son:
· Mantienen alejadas las enfermedades cardiacas
Una forma fácil y además deliciosa de mantener a raya los problemas cardiovasculares es incluyendo adecuadamente nueces y frutos secos. Los anacardos por ejemplo contienen grasas monoinsaturadas, también conocidas como «grasas buenas» que promueven la buena salud cardiovascular. Los dátiles, otro tipo de fruto seco previene la arterioesclerosis y los pistaches, por ejemplo, incluyen gran cantidad de vitamina B6, que contribuye en la protección del corazón.
· Previenen la anemia
Los frutos secos como los higos, pasas y ciruelas pasas contienen una gran cantidad de hierro que es fácilmente asimilable, con lo que permiten prevenir la anemia de una forma saludable y estable.
· Mantener bajos los niveles de colesterol
Los anacardos no contienen colesterol, pero otras frutas secas como los pistachos contienen grasas vegetales que permiten colaborar en el control del colesterol en sangre. Una dosis diaria de almendras y pasas permite mantener bajos los niveles de colesterol en el marco de una dieta equilibrada.
· Subir los niveles de hemoglobina
Al ser una fuente rica de potasio, vitamina A, fibra alimentaria y cobre, los frutos secos (de las ciruelas pasas a los anacardos, pasando por las nueces y las almendras) permiten la creación de nuevas células sanguíneas, manteniendo y mejorando los niveles de hemoglobina.
· Benéficos para distintos órganos vitales
Todas las frutas secas contienen una mezcla adecuada y naturalmente ideal de grasas no saturadas, vitamina B, fósforo, cobre y hierro que permiten el funcionamiento adecuado de órganos como los ojos, los músculos, las encías e incluso el cerebro.
Con todas estas ventajas, los frutos secos son el sustituto ideal para los snacks calóricos y poco saludables a las que estamos mal acostumbrados. Además, por su gran contenido de fibra alimentaria y grasas saludables, producen una gran sensación de saciedad, con lo que al comer un simple puñado de almendras con pasas nos sentiremos satisfechos y llenos de energía. Por ello, los frutos secos son el complemento perfecto en la dieta de deportistas y personas con una gran actividad física cotidiana.